El Centro Jujol-Can Negre presenta un viaje por su historia mediante la realidad virtual

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El Centro Jujol-Can Negre ha puesto en servicio un sistema de realidad virtual aumentada que nos permite conocer el edificio modernista de la mano del arquitecto Josep Maria Jujol y de Engràcia Balet y Pere Negre, los propietarios que, hace casi un siglo, le encargaron la reforma de la masía.

Hasta ahora, cuando se visitaba Can Negre, teníamos que trasladar la mente a la época en la que el arquitecto Josep Maria Jujol y los propietarios de la casa transformaron la masía original en el edificio que conocemos hoy en día. Fotografías, libros y explicaciones de los guías nos ayudaban a componer la imagen. Ahora, sin embargo, será mucho más fácil gracias a una propuesta que ofrece la posibilidad de vivir una experiencia inmersiva en el Centro Jujol-Can Negre.

A través de videos en 360 grados de los diferentes espacios de la casa (fachada, retablo, escalera, capilla, carroza, habitación de los Ocellets y buhardilla), el visitante puede viajar a través del espacio y del tiempo, de una manera diferente, 100% inmersiva. Mediante unos códigos QR y desde el teléfono móvil accedemos al Can Negre de principios de los años treinta del siglo pasado. Nos esperan el arquitecto Josep Maria Jujol, acompañado de Pere Negre y de Engràcia Balet, propietarios del inmueble. A través de diálogos ficcionados, estos personajes nos hacen revivir escenas del primer cuarto del siglo XX, cuando los propietarios encargaron al arquitecto la remodelación de su casa de campo en Sant Joan Despí. Este recorrido virtual por Can Negre se puede seguir en cinco idiomas diferentes: catalán, castellano, inglés, francés y japonés.

El nuevo servicio se pone en marcha este fin de semana en unas jornadas abiertas a la ciudadanía. Para participar en ellas, hay que pedir cita previa en el teléfono 93 373 73 63 o al correo electrónico cannegre@sjdespi.net. Las visitas se harán el 1 y el 2 de mayo, de 11 a 13.30 h. 

La reforma de Can Negre, que se llevó a cabo entre 1915 y 1930, es una de las obras más importantes del arquitecto Josep Maria Jujol. El artista adaptó esta antigua masía del siglo XVII a casa de veraneo. Como elementos principales, destacan la gran fachada decorada con esgrafiados y con una carroza en la parte central, y en el interior, la explosión plástica de la capilla y de la escalera.